Mi nombre es Gema, vivo con mis tías en una casa pequeña pero agradable, como la mayoría de las casas en nuestra ciudad. Estoy en el primer año del colegio Eightfold adimu Njia, donde recibimos todos los conocimientos generales sobre metafísica, las mecánicas y entrenamientos del pensamiento, sabiduría, ética, y demás cosas que se estudian por lo general en todas las ciudades del Lig.
Mis padres eran pescadores de estrellas, es un trabajo muy arriesgado, y que requiere de muchos conocimientos. Me pusieron Gema porque decían que cuando las estrellas nacen parecen piedras preciosas, y eso era lo que parecía yo cuando nací. Dicen que por la luz que tenia, y por lo brillante que era. Ellos murieron cuando yo tenía cinco años, trabajando junto a dos amigos más, pero tal vez esa sea una historia para otro momento.
En casa de mis tías me encuentro muy cómoda, ellas me cuidan y me cuidaron con el amor más grande que pueda imaginarse, y me enseñan muy bien, mama estaría orgullosa de ellas.
Hebe y Ginebra, eran las hermanas menores de mi madre. Eran muy diferentes entre las tres, aun hoy, Hebe es completamente diferente a Ginebra.
Hebe, la más chica, nació con el espíritu de una Carolina, su cabello en forma de cresta en un tono platinado siempre me pareció fabuloso, tiene un carácter muy fuerte, ella llena la casa, es atolondrada, se la pasa ocupada investigando y creando nuevas cosas, es alocada, distraída, pero también es muy cariñosa, sociable, como las carolinas, claro. Sus alas cortas conservan el color platinado de su cresta, y sus mejillas están siempre rosadas, no necesita maquillarse ya que tiene color natural en su rostro, y su cola de igual color a sus alas es por la que podemos adivinar sus estados de ánimo ya que, la agita de arriba abajo cuando está contenta, o cuando está preocupada, verla resulta muy simpático.
En cambio, Ginebra, quien, como su nombre lo dice es blanca como la espuma del mar, es mucho mas pacifica, ella es terrenal, es quien me cuida como si fuera mi verdadera madre, después de todo está en su espíritu, ya que los pavos reales son territoriales, y ella conserva mucho sus entidades y es muy cuidadosa de nosotras como familia, teniendo en cuenta que solo nos tenemos nosotras tres. Ginebra es albina, por eso tiene una gran cola de fascinante color níveo y cada vez que la alza simplemente dan ganas verla todo el tiempo que se pueda, es espeluznantemente atractiva, e imposible de ignorar.
Heb y Gin recuerdan a menudo el día de mi nacimiento, y para cada cumpleaños describen la satisfacción que mi padre tenía al verme recién nacida, era un hombre divertido, y todo lo que hacía resultaba gracioso. Ellas habían apostado a mi padre que yo tendría los genes Vogels, pero mis genes fueron auténticamente Ahimsa, al verme salir en brazos del médico con mis ojos color ámbar, y mi nariz y mis orejitas negras mi padre salto de alegría.
Extraño a mis padres cada día de mi vida, pero jamás deje de sentir su presencia conmigo, por ahora cierro este capítulo como la presentación de mi vida.
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